Hoy trataremos de entender en primer lugar el primero de los significados expuestos en la anterior entrada: Ver .
Ver significa la cantidad de luz que penetra en nuestros ojos cuando los tenemos abiertos para obtener información del mundo exterior.
La visión depende de esos ojos y principalmente de nuestra retina. en cada una de ellas hay 120 millones de fotorreceptores entre otros, con los que la retina descompone la imagen visual en más de un centenar de millones de puntos. Existen principalmente dos tipos de fotorreceptores: los bastones y los conos. Los bastones nos sirven para ver el blanco y el negro, es decir, el brillo o la luminosidad de las imágenes visuales. Los conos nos ayudan a ver el color, lo que supone una ayuda inestimable para distinguir la forma y la identidad de muchos objetos.
Es importante saber que en nuestras retinas existen más bastones que conos, lo que significa que la luminosidad es mucho más importante en nuestra visión que el color.
Los conos nos ayudan a diferenciar los contornos y las formas de cada una de las partes de una imagen visual. al detectar los bordes están detectando también los perfiles de los objetos que vemos, información que el cerebro utilizará también para identificar esos objetos. Ello explica que veamos tan bien las imágenes que tienen muchos contrastes de luminosidad.
Fíje ahora la mirada en una palabra del texto que está ahora mismo leyendo. Seguro que la verá bien, con nitidez y sin problemas. Ahora sin mover los ojos y manteniendo la mirada fija sobre esa palabra, trate de leer las que hay a su lado y cada vez más lejos de ella. Comprobará que no las ve bien, sólo borrosas, sin nitidez. Para verlas nítidamente tendrá que dirigir su mirada hacia ellas, situarlas en el centro del campo visual. Esta cualidad de nuestros ojos es importante cuando queremos intencionadamente que la mirada se mueva por una imagen visual de una manera determinada.
Quienes se hayan detenido a contemplar la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, habrá notado que su sonrisa es misteriosa. Según como miremos la imagen, la sonrisa aparece o desaparece. Se debe a la forma en que miramos la imagen. Si miramos directamente a su boca, es decir, si enfocamos nuestra mirada en los labios de la Mona Lisa, la sonrisa se desvanece y llega a desaparecer. sin embargo, si miramos la imagen enfocando la mirada hacia otra zona que no sea la boca, la sonrisa vuelve a aparecer. Margaret Livingstone, una de las neurocientíficas que más ha investigado el cerebro visual, explica que eso ocurre precisamente porque la retina periférica ve mejor los grandes rasgos de la imagen, que son los que llevan la información de la sonrisa, que la retina central (la fóvea) la cúal aprecia otros detalles y enmascara la sonrisa.
Ignacio Morgado «Cómo percibimos el mundo»
Recordáis aquella fotografía que se hizo viral de un vestido en los que unos lo veían de un color y otros de otro? Se debía precisamente a que unas personas se fijaban más en un detalle que en otro de la imagen y ello distorsionaba el conjunto.
Nos estamos adentrando en un mundo complejo, me seguís?