La creatividad es una de las cualidades que más valora la sociedad pero también es una de las más escasas.
Errores acerca de lo que es la creatividad
Hay muchos errores inherentes al tema de la creatividad.
En primer lugar, es posible que en nuestra primera aproximación al tema, podamos pensar:
“Ya está. Me van a hablar del arte, de lo bueno que es fomentar el arte en los niños”.
“¿Eso es tan importante para que mi hijo o mi alumno aprenda a hacerse mayor?”.
Si nos dicen: “Su hijo es muy creativo”, podemos llegar a pensar: “Bueno, sacará buenas notas en plástica. O en música”.
Nunca más lejos de la realidad. La creatividad tiene que ver con todas las facetas del ser humano.
Otro de los aspectos erróneos acerca de la creatividad es pensar que es sólo privilegio de algunos.
“Es que este niño es muy creativo. No se sabe por qué. Es que ha salido así”.
E incluso, puede llegar a ser ocultado. “Céntrate en sacar buenas notas y ser educado y bueno”.
Sin embargo, ser creativo es condición del ser humano.
¿Qué es la creatividad? El concepto de creatividad tiene carácter multidisciplinar, por lo que su definición resulta algo difícil, no existiendo unanimidad en el significado que se le atribuye al término “creatividad”.Por definición, creatividad es “facultad de crear”, “capacidad de creación”.
Algunas de las más recientes investigaciones en relación con la creatividad se refieren a, lo que los psicólogos actuales confirman, que la mayoría de los niños y niñas poseen un talento natural, una aptitud, para una actividad en particular.
Cada vez oímos con más frecuencia que el grado de genialidad y creatividad en niños pequeños es muy elevado. Nacemos genios y artistas… ¿qué sucede entonces para que esos talentos disminuyan a medida que crecemos?
La creatividad no es simplemente la capacidad para enlazar diferentes elementos que den lugar a una idea original y novedosa, la creatividad también es:
- Atreverse a ser diferente
- Arriesgar e ir más allá de los límites establecidos
- Confiar en el instinto
- Ser auténticos
- Desarrollar una visión diferente de la vida
Muchas de las escuelas están estructuradas de forma tal que se limitan a transmitir conceptos y teorías ya existentes, sin promover la reflexión. Los niños deben copiar y memorizar, no hay espacio para la creación.
En casa no suele ser diferente ya que los padres les exigen a sus hijos que obtengan buenas calificaciones en el colegio, lo cual significa seguir las reglas de una educación que no tiene en cuenta la individualidad.
De esta forma en algún momento se produce el fenómeno que podríamos llamar “amputación del yo”. El niño se va adaptando poco a poco al entorno en el que le ha tocado vivir, abandona sus sueños y comienza a acatar las normas que impone la sociedad porque comprende que de esta forma será aceptado y amado. Así se reduce considerablemente su “yo”.
Frases como “esa no es la respuesta correcta”, “jugar es una pérdida de tiempo” o “eso no es lógico” implica que la creatividad no encaja en el esquema general del mundo. Así los niños también terminan perdiendo la fantasía, la imaginación y la alegría, por lo que no es extraño que se conviertan en adultos grises que se sientan atrapados en un trabajo que no les gusta.
Cada niño es único y especial. No se puede juzgar a un pez por su habilidad para trepar a un árbol porque éste vivirá toda su vida pensando que es estúpido.
La relación con el niño no debe ser de imposición sino de descubrimiento. No se trata de imponerles lo que deben ser sino de ayudarles a descubrir lo que son y lo que quieren ser. Como padres o maestros debemos ser orientadores, compañeros de exploración y aventuras. Todos y cada uno de nosotros, tenemos capacidades y habilidades que nos convierten en personas únicas y especiales. Si bien éstas se pueden descubrir y potenciar a cualquier edad, es mucho más gratificante y enriquecedor hacerlo cuando somos niños.
Cuántos de nosotros hubiésemos elegido otras profesiones si nos hubieran permitido al menos, expresar parte de nuestros sueños, preferencias e ideales, en lugar de acallar ese interior en pos de “eso no te va a dar de comer”, “hay que tener un trabajo seguro” o “cuándo vas a ser una persona de provecho”…
La educación también está cambiando. Hay que permitir que un niño exprese lo que lleva dentro, detectar aquello que mejor hace de forma natural y con lo que más disfruta. Podemos tener una o varias habilidades y talentos en potencia, pero si no se descubren y se desarrollan solo serán meras posibilidades.