Para adentrarnos en este campo vamos a proporcionar unas pinceladas iniciales de lo que conocemos como funciones ejecutivas:
Control de impulsos: la capacidad de detenerse y pensar antes de actuar. |
Control emocional: la capacidad de gestionar sentimientos. |
Planificación/priorización: la capacidad de crear pasos para alcanzar una meta y para tomar decisiones en lo que debe centrarse. |
Flexibilidad: la capacidad de cambiar estrategias o revisar planes cuando las condiciones cambian. |
Memoria de trabajo: la capacidad de mantener información en mente y utilizarla para completar una tarea. |
Automonitoreo: la capacidad de supervisar y evaluar su propia actuación. |
Iniciación de la acción: la habilidad para reconocer cuándo es hora de comenzar y por dónde. |
Organización: la capacidad de crear y mantener un orden. |
Piensen por un momento cómo afectaría a su vida diaria la falta de alguna de estas capacidades. ¿Ya lo han pensado? Ahora voy a ponerles ejemplos de la necesidad e importancia de desarrollar y mantener esas habilidades.
Uno de los ejemplos que aparece también en mi anterior libro “Conóce cómo funciona tu cerebro” es el siguiente:
“Imaginémonos el siguiente escenario. En el último momento usted invita a sus amigos a cenar en su casa.No tiene nada para preparar la cena, por lo que debe de salir a comprar después de terminar su trabajo a las 5 de la tarde. Antes de marcharse prepara una lista con las cosas que tiene que comprar. Va muy pillado de tiempo. Tiene que hacer la compra, llegar a casa y preparar la cena antes de que lleguen sus invitados.Las cosas que tiene que comprar no están todas en el mismo supermercado, por lo que tiene que establecer un plan eficiente sobre la ruta que debe realizar. Además, cuando entre en el supermercado no debe distraerse comprando cosas que no necesita o saludando a amigos o conocidos que se encuentre en el camino. La tarea que se ha impuesto es la de comprar lo que necesita en el menor tiempo posible, sin distraerse y evitando cualquier situación que le quite tiempo.
La persona con alguna alteración en las funciones ejecutivas tendría dificultades para conseguir los objetivos. La tarea exige:
- a) Planificar la conducta futura y seleccionar la más adecuada entre diferentes posibilidades,
- b) En vista del poco tiempo del que se dispone deben ignorarse estímulos que no son significativos y persistir en la conducta eficaz,
- c) Saber en qué tiendas hemos entrado y lo que hemos comprado ya. Quizás pueda parecer sencillo y que no reporta ningún problema a aquellas personas que han desarrollado una buena capacidad de función ejecutiva, pero si nos paramos un momento, comprendemos por qué los niños de determinadas edades pueden realizar algunas actividades de manera independiente y no otras, cuál es su evolución y qué podemos hacer como padres o profesionales para ayudar en su desarrollo.