Creemos que podemos controlarlo todo, pero no es así, ni siquiera nuestro propio cuerpo.
El experto en neurología José Manuel Moltó, vocal de la Sociedad Española de Neurología, nos resuelve las dudas que siempre hemos tenido acerca de todas estas respuestas involuntarias ajenas a nosotros mismos.
¿Por qué tenemos cosquillas? Las cosquillas son percepciones. » Con las cosquillas, los receptores de la piel, a través del tacto, mandan señales a las regiones del cerebro encargadas de procesar este sentido y las sensaciones agradables, la respuesta a ello es la agitación, la risa, la emoción o los gritos», explica el experto.
¿Podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos? En muchas casos «el cerebro actúa por sí mismo antes de que nos produzcan esa sensación ya que tiene tendencia a relacionar las cosas de modo automático», por eso es casi imposible hacernos cosquillas a nosotros mismos.
¿Actuamos igual ante todas las cosquillas o depende de la persona que nos las haga? También depende de quién nos las haga. «Es tan percepción que a veces el mero hecho de que alguien cercano haga la intención de provocarnos cosquillas, directamente ya es como si las sintiéramos por lo que nos entra la risa e intentamos escapar», señala Moltó.
Os animo a comprobarlo y echaros unas carcajadas.